Consejos para el manejo de la IRA

Un enfado periódico puede ser sano para dejar salir las emociones negativas, pero cuando se convierte en la principal forma que tenemos para expresar nuestras discrepancias puede llegar a ser peligroso,  tanto para las relaciones humanas que mantenemos como para nuestra salud, pues un estado de irritación o ira constante influye negativamente sobre la tensión y el comportamiento general de una persona.

Está demostrado que las técnicas de manejo de la ira ayudan a cambiar la forma en que expresamos nuestro enojo. En el presente artículo voy a exponer algunas de ellas.

1.       Aunque parezca muy sencillo a veces es bueno tomarse “un tiempo” y contar hasta diez. En verdad respirar de la manera adecuada nos calma y baja nuestro nivel de activación. Asimismo, la ira es una emoción que se retroalimenta con pensamientos negativos. Contar hasta diez quita nuestro foco de atención hacia dichos pensamientos.

2.       Poner distancia de la persona que tenemos frente también puede reducir nuestro enojo. Muchas veces nos irritamos con nuestros amigos, pareja, hermanos, etc. por interpretaciones irracionales que hacemos acerca de su comportamiento. El poner distancia permite aclarar nuestras creencias acerca de la forma de actuar de los demás.

3.       Es importante expresarnos de manera clara y concisa, ya que gritando no vamos a convencer al otro. De hecho, los gritos e insultos no hacen más que agravar el problema. Es bueno ser conscientes, y tener en claro, si nuestra intención está dirigida a solucionar el problema o a dañar al otro.

4.       Está demostrado que hacer actividad física baja los niveles de irritación y ansiedad. Asimismo, técnicas de meditación y relajación son buenas estrategias para calmarnos.

5.       Pensar antes de actuar en las consecuencias de nuestro accionar. Probablemente, luego de un estallido de furia, sientas culpa por las cosas que dijiste o hiciste. Te recomiendo que escribas los pros y contras de mantener cierta conducta, para que puedas evaluar si vale la pena seguir actuando de la misma forma.

6.       Ser empático, ponerse en los zapatos de la otra persona. Tal vez esto te ayude a ver que el otro no está buscando necesariamente lastimarte o hacerte algún mal deliberadamente. Incluso tal vez descubras que actúa por miedo.

7.       Utilizar el humor como herramienta es una buena idea que siempre recomiendo. Esto ayuda a liberar tensiones y permite a uno tomarse los problemas con más ligereza. En verdad tenemos que aprender que en la vida las cosas no siempre suceden como queremos y a veces las personas tampoco actúan según nuestros valores y códigos. Reírnos de esto puede ser placentero e incluso liberador.

Estos son algunos consejos básicos que recomiendo. También considero importante contar con la ayuda de un terapeuta, que te permita identificar que es lo que te esta produciendo ira y te entrene en técnicas para manejarla.