Como se produce la ira y como detenerla

Probablemente lo que nunca te diste cuenta es que son tus pensamientos y tu forma de ver las cosas lo que desencadena tu enojo y furia. Lo que tampoco sabes es que la IRA comienza con unos niveles bajos de irritación y poco a poco va aumentando hasta que estalla de manera explosiva. Esto último a veces se manifiesta en conductas violentas que lejos de solucionar el problema lo empeoran. Este proceso, que comienza de a poco con un pequeño malestar y termina en manifestaciones de irritabilidad y violencia, se llama ESCALADA.

Read More

La IRA como emoción moral

La ira es un fuerte sentimiento de indignación y antagonismo, aunque también es una  fuerza emocional que, cuando se canaliza de manera positiva, nos hace seguir adelante para superar nuestros obstáculos y dificultades. Pocos son conscientes de esto y ven a esta emoción más como un impedimento y como una reacción que no pueden controlar, pero si se maneja de una forma adecuada puede ser muy provechosa.

Se la considera como una emoción moral, ya que en general se produce ante situaciones de rotura de compromisos, promesas, expectativas, reglas y códigos. De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad, muchas civilizaciones han entrado en conflicto debido a las diferencias que tenían entre creencias religiosas, sistemas morales y convenios que ya habían establecido.

Es un hecho que la mayoría de nosotros odia la injusticia y que nuestras actitudes hacia ella se forman ya desde pequeños. El problema lo tienen las personas que sostienen una visión distorsionada de lo que es justo e injusto. Me refiero a aquellas personas que reniegan constantemente, que discuten en el tráfico, en sus casas, con su familia y que a veces tienen comportamientos agresivos hacia los demás.

En mi práctica como psicoterapeuta he visto que la mayoría de estos individuos han sido criados por padres poco flexibles, que les han inculcado normas y creencias rígidas y que por ello han aprendido a exigirse a sí mismos y a los demás. El problema esta cuando esa tremenda demanda se traduce en odio y en acciones que perjudican la relación que tienen con sus parejas, familias o compañeros de trabajo.

Estos comportamientos de odio y agresión son producidos por los pensamientos y por la visión distorsionada que poseen acerca del mundo y de los demás. Algunos han vivido en contextos hostiles durante toda su infancia y han aprendido erróneamente que los demás son peligrosos y que por ello es mejor defenderse antes de ser atacado. Dan por hecho que los demás tienen la intención de agredirlos o perjudicarlos de algún modo.

Otros exigen que los demás se comporten de la manera que ellos consideran justa y honorable. Ahora, si no llegan a comportarse de tal manera, son blanco de su odio e indignación. Lo que es cierto es que la mayoría tiene la creencia básica de que hay cierta clase de gente que es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad.

Sienten que el problema es la persona o el evento exterior que causo esa emoción, pero en verdad la ira está determinada por lo que creemos y nos decimos a nosotros mismos sobre los acontecimientos desagradables.

Usted no podrá controlar su ira mientras crea que son los otros los que la causan. Tome responsabilidad tanto por crear como por reducir su propia ira.

Si no lo trata a tiempo esto puede deteriorar su relación con las personas que quiere.