Tips para detectar si tienes un trastorno de ansiedad y cuando acudir a consulta.

El trastorno de ansiedad generalizada afecta a miles de personas en todo el mundo y los que lo padecen dicen experimentar un miedo a veces paralizante. Asimismo, las personas con desordenes de ansiedad tienen comúnmente pensamientos intrusivos que no pueden controlar y preocupaciones recurrentes. De hecho, muchas veces evitan situaciones para no lidiar con el estrés.

Los trastornos de ansiedad comúnmente llevan a la depresión si no se acude a consulta a tiempo.

Según el manual diagnostico de trastornos mentales el TAG (trastorno de ansiedad generalizada) suele ser diagnosticado cuando al individuo le cuesta controlar su preocupación y como consecuencia esto suele causarle; irritabilidad, fatiga, tensión muscular, problemas de sueño, desconcentración, inquietud, etc. A todo esto se le suma un deterioro en su actividad laboral, social, familiar u otras áreas importantes del funcionamiento.

La característica de este trastorno psicológico no suele ser solo un conjunto de preocupaciones, sino que al igual que el desorden de pánico los sujetos construyen un miedo a tener miedo, es decir; una preocupación por estar preocupados.

Los individuos diagnosticados con este desorden se encuentran bien sensibles a sus pensamientos ansiogenos y comúnmente luchan contra ellos.  La persona con esta enfermedad se alarma con cada síntoma nuevo que aparece y lo toma con mucha aprehensión. Se dicen a sí mismos “no debo dejar que esto me afecte”, “esto no debería suceder y debe parar YA”. En este caso esta lucha hace que los síntomas se agudicen y que los pensamientos se repitan con mayor facilidad. Esto se convierte en una obsesión y se genera un hábito en nuestro pensamiento.

Esta sensibilidad a nuestros pensamientos genera un alto nivel de alerta que puede ser estresante. Por ejemplo, podemos tener el pensamiento “y si pierdo mi trabajo” y dedicar nuestro tiempo y atención para cerciorarnos de que le caemos bien a nuestro jefe mientras por las dudas buscamos otro trabajo. De igual forma a la par que hacemos esto podemos imaginar cómo reaccionaríamos si la situación de despido ocurriese, poniéndonos más ansiosos aun. De esta forma se construye el pensamiento ansioso.

En otras situaciones nuestro pensamiento puede centrarse en como estas preocupaciones nos están afectando. En ese caso, podemos construir una mirada negativa hacia el futuro y deprimirnos, lo cual hace que nos tornemos más impacientes y luchemos aun mas contra los pensamientos que nos aquejan. Asimismo, muchos pacientes con TAG tienden a imaginar que es lo peor que puede suceder y tomar medidas extremas preventivas.

El progreso radica en poder aprender a aceptar nuestros pensamientos, los buenos y los malos, más que oponernos a ellos. Aceptarlos como consecuencias de nuestro estado de ansiedad y verlos como solo pensamientos es parte de la solución y del proceso terapéutico.

Si experimentas alguno de estos síntomas por un tiempo prolongado no dudes en buscar ayuda. Los tratamientos cognitivo comportamentales han probado tener un mayor índice de eficiencia para tratar este tipo de problemáticas.