Como psicólogo y terapeuta de parejas he podido observar que los problemas causados por los celos son algo usual. De hecho, existe un patrón muy común que se repite sin importar de qué pareja se trate.
Sabemos que los celos tóxicos son creados por el miedo, la desconfianza, un pensamiento rígido y una baja autoestima. Por ello, vemos que las personas que padecen este problema generan una dinámica de pareja tóxica.
Los celos y las conductas de control producto de la desconfianza ponen en peligro la relación de pareja.
Esta dinámica empieza con el sentimiento de desconfianza por parte del celoso, que es producto del miedo y de a veces un amor de tipo obsesivo. El celoso en ese caso comienza a hacer un proceso de investigación y research para asegurarse de que sus miedos no son reales. Recurre a las redes sociales, dispositivos celulares, aplicaciones, whatsup, etc. Muchas veces, por casualidad o interpretación distorsionada, encuentran en este proceso de investigación lo que para ellos es una evidencia irrefutable.
Luego de este proceso de investigación, cuando el celoso ya cuenta con su “evidencia”, comienzan los reclamos, juicios y reproches, lo que indudablemente genera que el otro se distancie. El celoso, al ver este rechazo o distancia por parte del otro, siente miedo e intensifica sus reproches. Así, de alguna forma, las expectativas que el celoso ha hecho en un comienzo se ven cumplidas. Podemos decir que el celoso crea su profecía auto cumplida.
Si esta dinámica persiste hay una alta probabilidad de que la pareja se disuelva, ya que el reproche continuo por parte del celoso genera comúnmente fastidio y tristeza en el otro.
Si te encuentras atrapado en esta dinámica toxica no te dejes estar y busca ayuda psicológica.