Con frecuencia la gente piensa que el amor se acaba cuando desaparecen las mariposas en el estómago, cuando todo se vuelve rutinario y "muere" la PASIÓN.
Cabría distinguir que por un lado tenemos la parte física, emocional y sexual que refiere al estado de enamoramiento y a la pasión. En esta etapa la otra persona ejerce de "estímulo apetitivo" que desencadena sensaciones y diversas manifestaciones fisiológicas que nos anticipan el placer que tendríamos si estuviéramos con él o ella. Una vez finaliza este estado, sobrevive un vínculo afectivo más consciente, ya que con el tiempo aprendemos que la otra persona es parte de nosotros y comúnmente formamos una relación de confianza y compañerismo. En definitiva, vamos construyendo experiencias compartidas con esa persona y una historia en común.
El problema del desgaste en la PASIÓN se puede explicar en parte por el fenómeno psicológico de LA HABITUACIÓN.
La habitación como fenómeno, producto de la rutina, genera una disminución en la atracción y en el deseo, lo que a veces se malinterpreta y lleva a una crisis en la pareja.
La habituación es un fenómeno que nos ayuda a regular nuestra conducta en un entorno con muchos estímulos. Así, los estímulos apetitivos que "emana" nuestra pareja van perdiendo "fuerza" o "interés" a medida que los recibimos con más frecuencia.
Nuestra mente es un aparato eminentemente discriminador, cuando un estímulo no nos sirve para discriminar nos habituamos y lo asociamos a un concepto cognitivo "la pareja". Desde ese momento, los estímulos perceptibles que emanan de esa persona disminuyen y, por tanto, pierden su efecto. No es nada malo, ni significa un desinterés en la otra persona. Simplemente, tenemos otros estímulos que atender cuando estos ya han cumplido su función.
Muchas parejas cometen el error de romper su relación por esto y buscan nuevas parejas, para muchas veces descubrir que la primera era mucho mejor. Por ello el desafió esta en intentar revivir el amor, el respeto y la confianza, antes que terminar en una separación.
¿Como salir de la rutina en la relación de pareja y recuperar la pasión?
Para lograr esto, podemos aprovecharnos de otro fenómeno curioso que es la DESHABITUACIÓN. Muchas veces es posible forzar el resurgimiento de la atracción tan solo variando los estímulos (perfumes, vestimenta, gestos, regalos, actividades en común, etc). En definitiva, rompiendo la rutina. Si la rutina habitúa, romperla deshabituará. Lo cual será más difícil cuanto más tiempo se haya estado dando la habituación o monotonía, por lo que tanto más debe ser la intensidad del estímulo para romperla (en estos casos, puede que no valga un ‘cambio de peinado’).
Finalmente ten presente que llegar a la vejez con una buena pareja, no es cuestión de suerte, es cuestión de elegir a alguien con quien nos agrade conversar.
Es importante ser más observadores en las reacciones del otro y ponerle un poco de razón y otro poco de corazón a la etapa del enamoramiento, para cuando ésta termine, quede el verdadero amor, el real.”