Consejos para sanar el duelo y superar una perdida

El duelo como proceso describe el momento en el que una persona combate y lucha con dos fuerzas internas; una que acepta la pérdida de la persona u objeto amado y otra que no acepta dicha perdida. Comúnmente estos sentimientos encontrados producen bronca, tristeza, frustración e impotencia.

Todos, en algún momento de nuestras vidas, tendremos que hacer el trabajo de sanar el duelo. En general se trata de un proceso normal que suele llegar a un buen desenlace. Sin embargo, a veces, no es tan simple y a algunos les cuesta más trabajo que a otros hacerlo. En ese caso decimos que el duelo se ha patologizado.

La patologización del duelo y la dificultad de sanarlo puede llevar a la depresión si no se busca ayuda psicológica. 

Algunos experimentan la perdida sin poder expresar sus emociones. En general los hombres somos más propensos a elaborar este tipo de duelos y solemos reprimirnos o inhibirnos para no expresar nuestras emociones. Desgraciadamente muchas personas sienten que vivir y sentir el duelo es una señal de debilidad.

Otros intensifican el duelo y caen en cuadros más severos como la melancolía. En ese caso el pronóstico de recuperación se vuelve más desalentador.

Principalmente, lo que dificulta la elaboración del duelo son los mensajes inconscientes que hemos adquirido en nuestra infancia. Muchos son los padres que cuando ven a sus hijos tristes por que han perdido algo les piden que no lloren. En general no lo hacen con mala intención pero dejan un mensaje oculto que en este caso es “no llores”, “aguanta”.

No soportamos ver el dolor en los demás y ello no nos posibilita ayudarlos. Incluso les enseñamos a nuestros hijos lo mismo. Lo que comúnmente decimos al que sufre es “no llores”, “ya encontraras a otra persona”. Así aprendemos que no debemos manifestar nuestros sentimientos y que lo perdido puede ser reemplazado. Algunos comen en exceso, usan drogas, trabajan horas extra o gastan dinero para reemplazar la pérdida. En definitiva, esto no permite a la persona doliente elaborar su duelo. El que sufre un duelo, y no lo puede superar, se preocupa por no pensar y no sufrir las pérdidas.

Por otro lado la cultura nos enseña a sufrir solos. Hay padres que a sus hijos les refuerzan la creencia de que si están tristes deben ir a llorar a su cuarto. Incluso podemos ver que en el colegio si algún alumno llora es sacado del aula y retirado a un lugar aislado. Estas conductas refuerzan la creencia de que si estas triste y vas a llorar debes hacerlo en soledad

Para sanar la perdida lo más importante es reconocer que los duelos duelen y que es necesario hacerlos. Si conoces a una persona que está pasando por un momento de duelo escúchalo y no le digas que no llore, que sea fuerte o que todo va a pasar. Escucharlo es la mejor forma de consolarlo. El dolor necesita ser escuchado, al dolor hay que agotarlo.

 Si en cambio estas pasando por un momento de duelo tomate tu tiempo para elaborarlo y permítete sentir. Las personas afirman que el tiempo cura todo y que las circunstancias también, pero tu decisión hace la diferencia, aprende a soltar y recuerda que para vivir con libertad no podemos estar atados al pasado. Lo que pasó, pasó. Recuerda que tu tiempo en este mundo es preciado e irreversible. Aprende a administrarlo de la mejor manera. No te quedes pensando en lo que no hiciste o dejaste de hacer. Levántate de tu cama y termina con esa depresión que te invade. Aprende a sanar el duelo sintiendo y sin exigirte.