Tomemos el caso de PEDRO que tuvo una infancia difícil ya que sus padres fueron en extremo severos y críticos con él. Lo criaron con un amor condicional, es decir; recibía amor a condición de lograr buenos resultados en el colegio y en su actividad deportiva. Hoy como adulto Pedro es una persona exigente contigo mismo, que no tolera el fracaso y que no toma riesgos para no “perder” y desilusionar a los demás. Esto le ha hecho desperdiciar un sinnúmero de oportunidades y por ello se ve a sí mismo como un fracasado. Lo que Pedro no sabe es que su visión pesimista del mundo terminaba confirmándole lo que ya sabía.
Otro caso llamativo es el de JUAN que de niño sufrió de humillaciones y bullying por parte de sus padres y compañeros de colegio. Producto de esta experiencia es que Juan hoy se comporta como una persona que no confía en sí mismo y en los demás. Ya de adulto sufre de timidez y evita todo tipo de situaciones sociales debido a que da por hecho que si dice o hace algo incorrecto los demás se burlaran de él. Juan no sabe que el evitar las situaciones donde debe interactuar con los demás no le permite entrenar sus habilidades sociales.
Por desgracia nuestra mente tiende a CONFIRMAR lo que ya sabe, digamos opera de manera inconsciente y da por hecho muchas cosas. Funciona así, ya que nos permite a nosotros hacer un análisis más simple de nuestra realidad. La forma en que podemos superar estos trastornos es reconfigurando nuestras creencias y esquemas mentales. Para ello tenemos que estar muy pendientes y hacer el ejercicio de identificar nuestras distorsiones del pensamiento. Si realizas este ejercicio al comienzo te será difícil. Veraz, estas distorsiones operan de manera inconciente, es decir, uno no evalúa generalmente como piensa, por eso decimos que funcionan de manera AUTOMATICA. Como cuando comemos con cubiertos no pensamos como los estamos usando, ni nos concentramos en ello, simplemente lo hacemos. Entonces, la idea de esta tarea es no creer todo lo que pensamos, es decir no confirmar una vez más lo que ya damos por hecho sino ponerlo en duda.
Algunas DISTORCIONES inconscientes y en nuestro pensamiento son:
Pensar en Blanco y negro: Vemos la vida en polos opuestos, por ejemplo he visto que muchas personas creen que en la vida existe el fracaso y la perfección. No hay grises.
Maximizar/Minimizar: Se agrandan las cosas negativas y no se perciben o se desvalorizan las positivas, en uno o en los demás.
Personalización: Pensar que todo lo que la gente hace o dice tiene que ver de alguna manera, para bien o para mal, con uno. Por ejemplo Una madre que ve que su hijo no aprueba un examen, piensa que algún error habrá cometido en su educación.
Lectura de mente: Creer saber lo que piensan los demás y porqué se comportan de la forma en que lo hacen.
Abstracción selectiva: Se escoge algo negativo de uno, de los demás o de las circunstancias y se excluye el resto. Las personas que padecen depresión filtran situaciones que suponen la posibilidad de pérdida o abandono. Los ansiosos filtran las situaciones que suponen riesgo o peligro. Los coléricos filtran las situaciones que suponen injusticias o agravios.
Generalización: Es la tendencia a creer que si ha ocurrido algo una vez, ocurrirá otras muchas veces. Por ejemplo si he tenido un desamor pues “ya nadie me querrá”.
Catastrofismo: Es la tendencia a percibir o esperar catástrofes sin tener motivos razonables para ello. Por ejemplo, un pequeño dolor de cabeza significa que este apareciendo un cáncer.
Etiquetar: Se extrae uno o dos rasgos de la personalidad y se etiqueta a otra persona (o a uno mismo).
Mientras más CATEGÓRICO y RÍGIDO es nuestro pensamiento más sufriremos. Mientras más flexible y moldeable más fácil será para nosotros adaptarnos al mundo. Parte de la terapia es entrenarte a lograr más flexibilidad en tu forma de pensar y de ver las cosas, para que puedas disfrutar de la vida.