La experiencia del FRACASO

“Me siento un fracasado”, “todo me sale mal”, “ya no podre tener éxito”, “soy un inútil”, “a los demás les va bien y a mí no”. Mayormente estas son algunas de las cosas que se dicen a sí mismas las personas que tienen creencias acerca del fracaso.

Te sorprendería  saber que una persona TRISTE o DEPRIMIDA se repite estas palabras casi todos los días un sinnúmero de veces. Tanto hasta que en verdad lo terminan creyendo.

En el fondo están convencidos de que fracasaran, de que no tienen lo que les hace falta para triunfar, cuando los demás sí. Se podría decir que piensan que están condenados a fracasar.

Algunos padecen el síndrome del impostor. Las personas con este problema sienten que sus éxitos no están justificados y creen que engañan a los demás, ya que para ellos les ven más competentes de lo que son en realidad. Por más que progresen como profesionales y como personas, el sentimiento de éxito que tienen estas personas es en verdad muy frágil. Exageran lo negativo y minimizan lo positivo. Es una distorsión de su pensamiento que no concientizan.

Tampoco tienen la capacidad para tomarse las críticas como una oportunidad para mejorar, sino más bien para ellos son signo de que han fracasado y que nunca podrán salir adelante.  

¿Pero de donde vienen estas creencias tan irracionales, ese temor a fallar y este sentimiento interno de fracaso?.  Los ORIGENES de estas están en las experiencias de su niñez. Te sorprenderá saber que estos individuos en general han vivido una infancia difícil y se las han tenido que ver con padres en extremo críticos.

Si tus padres te criticaron, te llamaron estúpido, vago inepto o fracasado seguramente ahora de adulto tú también te exiges y tienes terror al fracaso. Tanto es así que sin darte cuenta evitas enfrentarte a nuevas tareas o responsabilidades que podrían hacerte crecer.   Seguramente cuando aparece un reto en tu vida te dices a ti mismo cosas como; “de que sirve, si igual voy a fracasar” o “mejor no intentar, no vaya a ser que fracase”. Estos pensamientos te dejan avanzar en tu vida y nacen de la creencia de que seguramente fracasaras. El temor al fracaso te detiene y no te permite arriesgarte. Ello en cierta forma construye tu destino.

Si eres una persona que se siente triste, que piensa que no ha logrado nada en su vida y que constantemente se autodenigra, no dudes en comenzar terapia. Detén el círculo vicioso que se ha armado en tu vida en torno al fracaso. Elige amarte, progresar en tu trabajo y ser feliz.

 

Los orígenes de la DESCONFIANZA

Es un tema difícil el que voy a tocar, especialmente por su complejidad y por el dolor que a algunos les produce.

En esencia, el origen de la desconfianza muchas veces proviene de vivencias de abuso, manipulación o humillación que padeciste durante la infancia. Estas experiencias de dolor te dejaron marcas que finalmente determinan lo que piensas, sientes y haces como adulto.

LOS ORIGENES como violación de límites

1. Alguien de tu familia abuso físicamente de ti o te maltrato cuando eras niño (abuso físico)

2.    Alguien de tu familia te humillaba, se burlaba de ti o te menospreciaba (abuso verbal)

3.    Alguien de tu familia disfrutaba viéndote sufrir

4.    De niño te obligaron a hacer cosas mediante amenazas y castigos severos

5.    Uno de tus padres te recordaba que no podías confiar en nadie

6.    Alguien de tu familia que supuestamente debía protegerte comenzó a hacerte daño deliberadamente y tú estabas indefenso

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Si te sucedió esto para ti las relaciones humanas no son relajantes, sino peligrosas e impredecibles y por ello te sientes vulnerable. Las personas te hieren, te traicionan o te utilizan. Tú ya das por hecho que esto es normal y no pides el respeto que mereces. Te acostumbraste a estar en guardia permanentemente y cuando alguien hace algo agradable por ti, tu mente busca un motivo distinto porque siempre esperas que los demás te maltraten. A modo de ejemplo un pensamiento común que he visto en mujeres con esta dificultad es el de creer que “los hombres solo buscan sexo”. Esto, por desgracia, les dificulta la posibilidad de conseguir relaciones sanas y duraderas. Incluso, suele suceder en un gran número de casos que estas personas paradójicamente se sienten atraídas por parejas que no las tratan adecuadamente.

El abuso crea un poderoso sentimiento de inutilidad. Provoca que te avergüences de quien eres, te hace sentir que no mereces la pena y que no tienes derecho a hacerte valer o a defenderte.

Si sufriste de una experiencia de abuso, ya sea físico o verbal, no dejes que esto te siga afectando y busca ayuda con un profesional de la psicología.

Recuerda, que tú también mereces ser feliz.

La AUTOESTIMA como la columna vertebral de nuestra salud emocional

¿Qué es la autoestima? Muchos seguramente se preguntaran.

Para definirla de manera sencilla diría que es la percepción que tenemos de nuestra valía como persona,  que se manifiesta en nuestros pensamientos, emociones, sensaciones y que se construye a partir de nuestras experiencias tempranas en la niñez.

Para contar con una autoestima sana tienen que haber sido cubiertas ciertas NECESIDADES BASICAS en nuestra infancia. Algunas de ellas son:

- La seguridad básica: Para el niño es importante sentirse seguro y protegido, por ello la amenaza de abandono o de abuso por parte de sus familiares y de las personas que deben protegerlo puede ser muy grave. Si te sucedió que cuando niño fuiste objeto de abusos es muy probable que ahora como adulto te sientas vulnerable y frágil.

- Las relaciones con los demás: Es realmente importante que un niño tenga empatía, cariño y respeto. Si no tuviste esta necesidad cubierta durante tu infancia probablemente seas una persona que mantiene cierta distancia,  que no permite que nadie se acerque. Si tuviste problemas en las relaciones con los demás la soledad es un problema para ti. Quizá crees que nadie te conoce en profundidad, que ni te quieren o que estas aislado del mundo y que no encajas.

- La autonomía: Es la habilidad para separarnos de nuestros padres y funcionar con independencia en el mundo. Si tienes miedo continuamente, te cuesta salir de tu casa debido a que sientes pánico o continuamente temes enfermar es probablemente por que tus padres han tenido una conducta de sobreprotección hacia ti. Al hacer esto han reforzado la idea en ti de que el mundo es peligroso y que no cuentas con los recursos necesarios para afrontarlo.

- La autoexpresión:  El niño debe tener la capacidad y libertad para expresar todas sus necesidades y sentimientos, para que entienda que sus necesidades cuentan tanto como la de los otros y que es libre de actuar espontáneamente. Si creciste en una familia donde te castigaron y te hicieron sentir culpable cada vez que expresabas tus sentimientos, probablemente ahora de adulto te cuesta poner en primer lugar tus necesidades. Seguramente intentas agradar a todo el mundo y no soportas que nadie sufra, sacrificándote para ayudarlos. También puedes ser un trabajador compulsivo, inhibido y controlado, que se esfuerza por tener la apariencia perfecta para hacer las cosas correctamente. Es posible incluso, que lleves una vida emocionalmente monótona y que no puedas divertirte, relajarte o sentir placer.

- Los límites realistas: si tus padres no han podido poner límites realistas seguramente como adulto tienes problemas de autocontrol e impulsividad. Esta necesidad seria el otro extremo de la autoexpresión.

Para concluir, la autoestima surge principalmente de sentirnos queridos y respetados en la infancia. Idealmente todos tendríamos que haber recibido amor y aprecio por nuestra familia y amigos de la escuela, aunque muchas veces no es así.

Si sientes que alguna de estas NECESIDADES no ha sido cubierta durante tu infancia no pierdas la esperanza, busca un profesional en la psicología capaz de ayudarte.

La ironía de la repetición ¿Por qué siempre caemos en la misma trampa?

Es un hecho que la mayoría de nosotros, de alguna manera sin saberlo, terminamos repitiendo el dolor de nuestra infancia. Muchas son las corrientes en psicología que hablan acerca de esto. Un psicoanalista llamaría a este fenómeno “compulsión de repetición”, en cambio un psicólogo cognitivo diría que es una condición de la mente confirmar lo que ya sabe. Sin importar el nombre que le pongamos, o como lo llamemos, este fenómeno existe y es parte de nuestra vida diaria. A veces nos trae problemas y nos hace pasar por la misma situación dolorosa una y otra vez.

Tal vez los CASOS más aberrantes pueden ser los de los hijos de padres alcohólicos que crecen para casarse con otro adicto al alcohol o los niños maltratados que crecen para maltratar a sus hijos o por el contrario se casan con una persona que los maltrata. También están los que fueron víctimas en su niñez del abuso sexual y crecen para prostituirse o los que fueron  excesivamente controlados y ahora de adultos permiten que los demás los controlen.

Lo que en verdad llama la atención es que estas personas no son del todo conscientes de que repiten estos patrones construidos durante la infancia, incluso, a pesar del dolor que sienten.

Un lector avezado se preguntaría ¿Por qué volvemos a reproducir nuestro dolor y prolongamos nuestro sufrimiento?.

Para responder a esta pregunta es necesario entender que nuestra visión del mundo, de los demás y de nosotros mismos, está almacenada en nuestra mente en forma de ESQUEMAS. Estas creencias tempranas formadas en la infancia nos hacen percibir la realidad de una forma particular e interpretamos todos los hechos que ocurren en nuestra vida a partir de ellas.

Por ejemplo; la persona que ha sido sufrido de abandono durante su infancia de adulta interpretara que su esposo le ha sido infiel si llega tarde a casa, sin necesariamente tener evidencia de ello.

Estas creencias nucleares y esquemas nos proporcionan un sentido de predicción y seguridad, por  ello es tan difícil a veces reestructurarlas. Digamos que son CÓMODAS y nos resultan familiares, es decir nos hacen sentir como en casa.

La buena noticia es que hay solución y que tú también puedes escapar de ese destino que te acecha. Con trabajo y esfuerzo los psicólogos ideamos estrategias para identificar y reestructurar estas creencias disfuncionales. Anímate a darle un giro a tu vida, comienza terapia y no sigas caminando por la vida mordiéndote la cola.

La ANSIEDAD SOCIAL y la TIMIDEZ en el contexto laboral. Causas, tratamiento y consecuencias

El miedo a la evaluación de los demás, o la ansiedad social, es un miedo irracional que le trunca el crecimiento profesional a muchas personas. Las personas que tienen este problema, sienten vergüenza y timidez cuando deben exponerse frente a un grupo o interactuar con los demás. Muchos de ellos experimentan esta timidez en el trabajo y por ella no pueden mostrarse y explotar todo su potencial.

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¿Qué consecuencias y dificultades pueden traer la timidez y la ansiedad social en el trabajo?

La competencia en el entorno laboral es cada vez más acérrima y ya no nos podemos dar el lujo de titubear frente a un cliente, jefe o empleado. Podemos decir que los que son más tímidos en el trabajo tienen algunas de estas dificultades:

·         Les cuesta poner límites a sus empleados para no “caer mal”.

·         Les cuesta exponer sus ideas en reuniones de trabajo por que sienten vergüenza y timidez frente a sus jefes o gerentes.

·         Les cuesta pasar por entrevistas de trabajo y se ponen nerviosos o tímidos cuando deben contestar a las preguntas que les hace el evaluador.

·         Les cuesta dictar un curso o capacitación por que creen que los demás se darán cuenta de que están “nerviosos” o por miedo a “ponerse en blanco”.

·         En situaciones grupales asumen que los demás los observan, evalúan y critican.

·         Sienten timidez en el trabajo cuando deben hacer una llamada telefónica a un cliente, proveerdor o jefe.

·         Sienten vergüenza o timidez cuando quieren pedir un aumento a su jefe.

Si tenemos en cuenta cada uno de estos puntos podemos decir que la timidez en el trabajo nos dificulta al:

·         Comunicarnos con los demás y expresar nuestros puntos de vista.

·         Hacer requerimientos y pedidos a otros.

·         Marketearnos y mostrar lo que valemos.

·         Hacer amigos y crear una red social.

·         Capacitar y enseñar a los demás.

·         Liderar y dirigir un equipo.

¿De donde viene la ansiedad social y por que la timidez se manifiesta en el trabajo?

Esta problemática es causa de una historia de aprendizaje que primeramente comenzó en la infancia y se fue fortaleciendo a lo largo del tiempo. Comúnmente se desarrolla cuando vivimos en un entorno sobreprotector o cuando experimentamos situaciones de bullying. De igual forma se mantiene en nuestra adultez cuando evitamos situaciones en las que podemos exponernos.

La sobreprotección de nuestros padres pudo haber tenido una buena intención en su momento, pero NO nos dio la autonomía y la autoconfianza para creer que podemos hacer las cosas por nuestra cuenta. Para que comprendas el miedo es la angustia que sentimos ante la percepción de una amenaza, siendo que la amenaza se convierte en tal cuando creemos que no contamos con los recursos para afrontarla.

El entorno laboral nos exige confiar en nosotros mismos y tener una autoestima sana. De igual forma nos exige arriesgarnos y enfrentar los problemas del día a día sin miedo. El que padece de timidez y ansiedad social en el trabajo tiene dificultades para arriesgarse y exponerse, por lo que muchas veces no puede aprender de sus errores.

A veces la sobreprotección y el bullying vienen de la mano. Simplemente es común que niños sobreprotegidos a los que se les han quitado la autonomía y la confianza no sean los más populares en el colegio. Las experiencias de bullying crean en estas personas ya de adultas la percepción distorsionada de que los demás los están evaluando y juzgando.

En verdad quienes padecen de timidez en el trabajo no son conscientes de que todo comienza cuando deciden dar rienda suelta a su imaginación, ya que comúnmente anticipan que ante ciertos eventos sucederá lo peor. Por ejemplo, en situaciones sociales suelen imaginar que: van a aburrir a los demás, los demás se van a reír de ellos, los demás se molestaran, los demás se darán cuenta de su ansiedad, etc. Esta gran imaginación activa un miedo que comienza a crecer y que los paraliza. Finalmente, sucede que se bloquean, su rendimiento baja y terminan cumpliéndose sus expectativas negativas como una profecía autocumplida. Incluso, en casos extremos, esta ansiedad social puede derivar en estados de estrés agudo, cansancio mental y depresión

¿Cómo supero mi ansiedad social y timidez en el trabajo?

Actualmente existen terapias cognitivas conductuales muy eficientes para el tratamiento de la ansiedad social y timidez. Estos tratamientos tienen una duración programada así como un proceso estandarizado. Asimismo, también existen exposiciones programadas que suelen llevarse en talleres y cursos grupales. De todas formas, todavía nos queda mucho camino por recorrer a los profesionales de la psicología para solucionar de una vez por todas el miedo irracional y la timidez en el trabajo.

Reflexionar acerca de lo que nos hace feliz y el SENTIDO de nuestra vida

Que ridículo es preguntar por el sentido de la vida. En verdad nadie te lo puede decir y de hecho una persona lógica e inteligente descifrará que no hay tal.

La mayoría de nosotros creemos que las cosas suceden casi por casualidad y hasta se podría decir por magia divina. En verdad les parecerá extraño pero ustedes también lo ven así. ¿Qué es ser feliz? nadie se lo pregunta, pero todos lo esperan como si fuese algo que va a venir del cielo. Es difícil romper esta creencia. Más bien la pregunta es: ¿qué te hace feliz? o ¿qué tendría que sucederte para ser feliz?. Cuando lo pregunto en mi consultorio pocos entienden que estoy queriendo decir. Viven su vida como si no fuera la de ellos, sin responsabilidad de sus acciones y pensamientos, sin poder alguno. Caminan ciegos por un camino dorado y no saben por qué están allí ni a donde van. Como el mito de Sísifo, se quejan cuando una y otra vez comenten los mismos errores, como si tuviesen un destino trazado que no pueden superar. Algunos sienten que el fracaso y el rechazo están ahí adelante, en frente, porque creen que solo les pasa a ellos. Se ven especiales en eso y lo utilizan muchas veces para atraer la atención de los demás. Estoy hablando de los desempoderados, que siguen atados a aquellas personas que les hacen daño o que toman decisiones y tienen conductas que luego los perjudica. En verdad a todos nos persigue ese fantasma, el del destino. A algunos más a otros menos. El destino no es más que una eterna confirmación de uno mismo, que se repite. Es la forma que tu y yo tenemos de decir; ese somos, sino hago o pienso eso no sería finalmente YO. Cambiar esto para algunos sería como pedirles morir o dejar de existir y por ello no están dispuestos a dejar atrás esa parte de si mismos, de su esencia.

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Sonara duro para el lector lo que estoy por comentar, pero la vida no tiene sentido más que el que uno decida ponerle. Creo, de hecho, que la felicidad no es una condición sino más bien una OPCIÓN. Tu eres responsable de tu propia felicidad y para eso debes realizar una búsqueda de lo que te hace feliz. La única condición para serlo es que lo que pienses y sientas coincida con lo que haces. Sino estarás viviendo la vida de otro.

Aventúrate, no pienses que ya lo has vivido todo o que no hay solución. Cada día es un nuevo día y TÚ tienes la decisión de ser feliz. Entiendo que tal vez estés pasando por un mal momento sea; económico, laboral, sentimental, etc, pero si te pones a pensar la vida está llena de esos momentos. Esas son la reglas del juego y créeme cuando te digo que no las vas a cambiar. La clave está en tomar las cosas que sabes que te dan felicidad. Inunda tu corazón con regocijo disfrutando de aquellas cosas simples que tienes. Sin más, puedes proponerte disfrutar un día lavando tu auto, leyendo un buen libro o gozando del simple hecho de estar vivo, hoy  y aquí, siendo quien eres. Recuerda, el control de tu vida y la felicidad está en una simple decisión y por suerte tú eres el que la toma. No dejes que otros la tomen por ti.

 

Los CELOS tóxicos

Muchas veces las personas que padecen de celos compulsivos dan la impresión de tener una gran confianza en sí mismos, pero la verdad es que se trata de individuos que en el fondo se sienten muy inferiores.

No creen tener las virtudes para ser amados y tienen la convicción de que cualquier otra persona puede robarles a su pareja. De hecho, buscan de manera activa evidencia en su entorno que confirme que eventualmente serán rechazados, engañados o humillados. Cualquier mirada, gesto o sonrisa por parte de su enamorado es indicio de que están siendo traicionados. Este fenómeno se lo conoce como distorsión del pensamiento.

Para que tengas una idea las distorsiones cognitivas son falsas interpretaciones que no se ajustan a los hechos que ocurren en la realidad. Si bien es cierto que todos tenemos algún tipo de distorsión, o como quien dice nuestra manera de ver las cosas, es importante aclarar que las personas con celos tóxicos tienen esquemas de interpretación mucho más rígidos.

Por ejemplo; es muy común que algunos de ellos tengan la mentalidad del amo y del esclavo, debido a que conciben a su pareja como una mercancía o bien que pueden manipular. Esto se manifiesta en conductas específicas dirigidas a controlar las acciones y decisiones de sus “esclavos”. A veces no son conscientes de esto y se comportan como tiranos que buscan tener la completa atención de los que estiman.

He visto a lo largo de mi consulta muchas mujeres atrapadas y aisladas en sus casas debido a estas personas. O en el caso contrario hombres que sufren y no pueden controlar sus sentimientos.

Lo que no saben es que las conductas de reproche y control desmedido a causa de los celos terminan destruyendo sus relaciones. De hecho, finalmente, cumplen su pronóstico y creencia de que serán abandonados y rechazados por las personas que aman. Yo les recomiendo que se pregunten y que apunten ¿Cuántas cosas perdieron por miedo a perder?.

En el peor de los casos suele suceder también que este trastorno vaya acompañado de alguna adicción. Este agravante hace aun más difícil el tratamiento, debido a que el consumo de sustancias por parte de uno de los conyugues deteriora de manera dramática la relación.

Para informarte y prevenirte te comento que las personas que padecen de celotipia manifiestan síntomas como:

- Ansiedad y preocupación constante por la pareja y sus acciones

- Actitudes paranoicas y violentas con la pareja

- Aislamiento del grupo familiar y social

- Necesidad de estar junto a la pareja todo el tiempo

- Sospechas constantes de ser víctima de un engaño amoroso

- Sentimientos de abandono constantes

- Baja autoestima y sentimientos de inseguridad

Si eres una persona que padece de celos crónicos o en cambio tienes una pareja que te cela de manera desmedida y eso afecta tu vida, no dejes de buscar ayuda.

Consejos para el manejo de la IRA

Un enfado periódico puede ser sano para dejar salir las emociones negativas, pero cuando se convierte en la principal forma que tenemos para expresar nuestras discrepancias puede llegar a ser peligroso,  tanto para las relaciones humanas que mantenemos como para nuestra salud, pues un estado de irritación o ira constante influye negativamente sobre la tensión y el comportamiento general de una persona.

Está demostrado que las técnicas de manejo de la ira ayudan a cambiar la forma en que expresamos nuestro enojo. En el presente artículo voy a exponer algunas de ellas.

1.       Aunque parezca muy sencillo a veces es bueno tomarse “un tiempo” y contar hasta diez. En verdad respirar de la manera adecuada nos calma y baja nuestro nivel de activación. Asimismo, la ira es una emoción que se retroalimenta con pensamientos negativos. Contar hasta diez quita nuestro foco de atención hacia dichos pensamientos.

2.       Poner distancia de la persona que tenemos frente también puede reducir nuestro enojo. Muchas veces nos irritamos con nuestros amigos, pareja, hermanos, etc. por interpretaciones irracionales que hacemos acerca de su comportamiento. El poner distancia permite aclarar nuestras creencias acerca de la forma de actuar de los demás.

3.       Es importante expresarnos de manera clara y concisa, ya que gritando no vamos a convencer al otro. De hecho, los gritos e insultos no hacen más que agravar el problema. Es bueno ser conscientes, y tener en claro, si nuestra intención está dirigida a solucionar el problema o a dañar al otro.

4.       Está demostrado que hacer actividad física baja los niveles de irritación y ansiedad. Asimismo, técnicas de meditación y relajación son buenas estrategias para calmarnos.

5.       Pensar antes de actuar en las consecuencias de nuestro accionar. Probablemente, luego de un estallido de furia, sientas culpa por las cosas que dijiste o hiciste. Te recomiendo que escribas los pros y contras de mantener cierta conducta, para que puedas evaluar si vale la pena seguir actuando de la misma forma.

6.       Ser empático, ponerse en los zapatos de la otra persona. Tal vez esto te ayude a ver que el otro no está buscando necesariamente lastimarte o hacerte algún mal deliberadamente. Incluso tal vez descubras que actúa por miedo.

7.       Utilizar el humor como herramienta es una buena idea que siempre recomiendo. Esto ayuda a liberar tensiones y permite a uno tomarse los problemas con más ligereza. En verdad tenemos que aprender que en la vida las cosas no siempre suceden como queremos y a veces las personas tampoco actúan según nuestros valores y códigos. Reírnos de esto puede ser placentero e incluso liberador.

Estos son algunos consejos básicos que recomiendo. También considero importante contar con la ayuda de un terapeuta, que te permita identificar que es lo que te esta produciendo ira y te entrene en técnicas para manejarla.

 

Cuando somatizamos y nos estresamos; el BURN OUT en el trabajo

En mi tiempo como psicólogo en Lima me he dado cuenta que son pocas las personas que tienen conocimiento acerca del síndrome del quemado o también llamado Burn Out.

Muchos de ellos van tristes a trabajar, con una angustia terrible pero, sobretodo, con un miedo profundo a equivocarse y a ser reprendidos o criticados. Asimismo, los gerentes o jefes a cargo de estas personas no saben cuando detectarlo y muchas veces tampoco les interesa con tal de que sus empleados sigan produciendo.

El Burn Out es una patología severa, relativamente reciente, que está relacionada con el ámbito laboral y el estilo de vida que se lleva. Es un trastorno emocional provocado por el trabajo que conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas.

De igual forma si este trastorno se mantiene en el tiempo, produce un deterioro en la interacción que podemos tener con nuestra familia, colegas, amigos y pareja. De hecho, tal vez no lo sepas, pero esta enfermedad que a veces se encuentra encubierta termina produciendo rupturas matrimoniales y problemas de pareja.  

Estos síntomas terminan invadiendo la vida social y familiar del afectado, que muchas veces opta por aislarse y quedarse solo.

He aquí algunos indicadores de que actualmente estas padeciendo esta patología:

- Te encuentras agotado todo el día, a veces triste, con falta de energía y desgastado

- Estas fastidiado la mayor parte del día y le contestas mal a los demás

- No tienes tantas relaciones sexuales como antes. Por lo cual te trae problemas con tu pareja. De hecho muchas de las personas afectadas por este síndrome eventualmente buscan una terapia de parejas o consejería. 

- Sientes que no te estás realizado a nivel personal y profesional, y eso te frustra. 

- Tienes un miedo irracional de ir a trabajar

- Piensas constantemente en tu trabajo , incluso los fines de semana

- Padeces de insomnio o por el contrario tiendes a dormir hasta tarde cuando no estás trabajando

- Sientes que lo que haces en tu trabajo no tiene sentido

Estas son algunas formas en las que se presenta este síndrome, sin embargo también hay otras en las cuales se manifiesta mayormente en el cuerpo, debido a que muchas personas que padecen este trastorno suelen tener dolores estomacales intensos, gastritis, migrañas, falta de apetito, desconcentración, sensaciones de despersonalización, etc.

Debes saber que el Burn out se conceptualiza como un proceso continuo que se manifiesta de una manera paulatina y que va interiorizándose en el individuo hasta provocar en éste los sentimientos propios del síndrome. Por ello te recomiendo que si padeces alguno de estos síntomas consideres conversar con tu jefe, o con la persona que esté a tu cargo, para cambiar las condiciones que te generan estrés. Si estas condiciones no pueden cambiarse te sugiero también veas la opción de buscar otro trabajo. Asimismo, los psicólogos tenemos herramientas y técnicas para reducir el estrés, que pueden ayudarte en dicho proceso. No dudes, consulta con un profesional.

Entrenamiento en HABILIDADES SOCIALES

Solemos creer que para desempeñarnos con éxito en nuestro trabajo debemos contar con la experiencia y los conocimientos técnicos necesarios para lograrlo. Esto es cierto en parte, pero no del todo.

En el mundo de hoy, donde cada vez hay más profesionales capacitados y donde la competencia por conseguir trabajo es más aguerrida, lo que distingue a los buenos candidatos de los mediocres son sus competencias y habilidades sociales.

Cada vez más las empresas piden profesionales que cuenten con las habilidades necesarias para liderar equipos, influir en los demás, comunicarse de manera asertiva, adaptarse a entornos adversos y poder establecer relaciones positivas con todas las áreas de la organización.

Incluso, si tienes la oportunidad de crecer dentro de otra empresa, y debes pasar por un proceso de selección que involucra entrevistas, psicotécnicos y dinámicas, también tendrás que contar con habilidades sociales desarrolladas para hacerlo.

Por ello, no importa cuáles sean tus conocimientos técnicos, ni tu tu expertice en el área, ya que en algún momento de tu carrera deberás gestionar las tareas de los empleados a tu cargo, pasar por entrevistas de evaluación, realizar una exposición ante tus jefes, tratar con clientes, etc. Todas esas actividades demandan competencias y habilidades que por desgracia no nos enseñan en la universidad.

A lo largo de mi carrera como psicólogo en Lima he visto infinidad de personas preocupadas por este tema. Muchos incluso sufren de una terrible ansiedad a estas situaciones y les cuesta desenvolverse sociablemente. Mi recomendación es siempre la misma; que comiencen terapia y que tengan fe, que con la práctica todo se puede aprender.

Por ello, comienza cuanto antes a entrenar tus habilidades sociales. No esperes a estar estancado en tu trabajo o a perder la oportunidad de laborar en esa empresa debido a tu mal desempeño en las entrevistas de evaluación. Decide vencer tu miedo a hablar en público y entrénate en habilidades sociales para superar de una vez esa timidez que no te deja crecer.

Tal vez no sepas pero nosotros los psicólogos contamos con programas especializados para entrenarlas. Específicamente, los psicólogos de corte cognitivo usamos técnicas de exposición progresivas, modelado, entrenamiento en comunicación asertiva, roleplaying y otras técnicas que sirven para que dé a poco puedas ganar la confianza necesaria para afrontar estas situaciones sociales que tanto temes. Debes saber que principalmente tu miedo a enfrentarlas es lo que hasta ahora no te ha permitido entrenarlas y aprender a manejarlas. Por ello, gran parte de la terapia se centra en buscar de manera activa ese miedo y vencerlo. Eso es lo que finalmente da resultados a corto plazo.

Como elegir a tu TERAPEUTA

Son muchas las consultas que me llegan acerca de cómo elegir un terapeuta y en verdad no hay una respuesta única, ya que depende del problema específico que cada persona trae a sesión.

Los estudios e investigaciones científicas recomiendan a las Terapias Cognitivas Comportamentales para el tratamiento de la mayoría de los trastornos, debido a que han probado ser las más eficaces dentro del mercado.  Eficaces significa que resuelven tu problema en el menor tiempo posible. Las mismas se centran en la idiosincrasia que trae el paciente, es decir en su forma de ver el mundo y su filosofía de vida, ya que es esto lo que finalmente define como nos sentimos y mantiene los trastornos en el tiempo. Dentro del programa de tratamiento el psicólogo cognitivo tambien aplica estrategias conductuales que pueden ser; exposiciones progresivas, educación en comunicación asertiva, entrenamiento en relajación, y respiración, etc.

Lo principal es que esta corriente terapéutica se centra en proveerle al paciente las técnicas y estrategias que han probado ser las más útiles para solucionar sus problemas concretos. Por ello, los psicólogos cognitivos también nos vamos actualizando constantemente, para estar a la vanguardia y conocer aquellos procedimientos que pueden solucionar tu problema.

Hay otras terapias alternativas además de las cognitivas. Tenemos por ejemplo los terapuetas sistémicos que han probado tener tratamientos eficientes para las terapias en familia. Entre otras cosas se focalizan en las interrelaciones y causalidades circulares que hay dentro de una familia. Actúan en base a ello, para desmistificar las creencias que se encuentran en las personas y en la familia como un todo.

También están los terapeutas Gestálticos, que hacen un manejo más aproximado de las emociones, pero que no terminan de resolver el problema a profundidad, debido a que el alivio que ofrecen es solo momentáneo.

Finalmente, están los terapeutas psicoanalíticos, que se centran en el pasado a fin de hacer consciente lo inconsciente reprimido que oculta el sujeto. El problema es que esta terapia ha demostrado ser ineficaz en el tiempo y acarrear con ello costos a nivel monetario y emocional.

Personalmente me he inclinado hacia las terapias cognitivas comportamentales, por que en mi experiencia han resultado ser las más eficaces para resolver los problemas de las personas en el menor tiempo posible. Te recomiendo que si estas buscando terapia te inclines tambien por ellas.



Como se produce el PÁNICO

El pánico como tal es una mezcla de pensamientos, emociones y sensaciones corporales que surgen ante una situación determinada. Hay personas que lo sienten cuando deben exponer frente a un público, otros cuando están en espacios cerrados, medios de transporte o en lugares donde hay mucha gente.  

Si nos ponemos a pensar detenidamente, los ataques de pánico son algo ilógico, debido a que se producen ante situaciones que valoramos como peligrosas, pero que no lo son realmente. El problema está en que cuando percibimos esas situaciones como peligrosas nuestro cuerpo libera sustancias que nos preparan para defendernos de ese supuesto peligro y es allí donde entramos en la “trampa del pánico”, cuando pensamos que esas sensaciones corporales nos llevaran indefectiblemente a tener un ataque al corazón, ahogarnos, perder el control o volvernos locos. Allí se produce una VISION EN FORMA DE TUNEL, donde nuestra atención y percepción se focalizan únicamente en las consecuencias negativas de padecer estos síntomas. Esta visión, acompañada de pensamientos negativos, aumentan las sensaciones de mareo, ahogo, confusión, sudoración, rubor, opresión en el pecho, etc. En verdad estos síntomas no hacen más que ayudarnos a afrontar el supuesto peligro, debido a que son reacciones de miedo heredadas por el hombre hace millones de años para protegerse.

Una vez que ya hemos tenido varios sucesos de pánico es normal que quedemos VULNERABLES a esas sensaciones en el cuerpo y a las situaciones que lo desencadenaron, por lo cual si se producen nuevamente vamos a hacer las mismas inferencias acerca de lo peligrosas que son y de las consecuencias terribles que traen consigo. Digamos que en cierto modo, se ha dado al cerebro la orden de que no se olvide de ese riesgo –por otro lado absolutamente inexistente-, y dispare las alarmas correspondientes en el cuerpo para prepararnos. Así sucede que finalmente una vez que se ha armado este círculo tenemos ansiedad a tener ansiedad.

Repasemos las etapas de como se genera y mantiene el pánico:

Consejos para tener una relación de PAREJA feliz

Que hace a una pareja feliz es totalmente distinto a decir que hace a una pareja perfecta, por la simple razón de que no existen parejas perfectas. Me gustaría comenzar aclarándote esto, ya que si bien parece sencillo de entender, muchas personas no son completamente conscientes de ello. Todas las parejas, sin excepción, en algún momento de su historia atraviesan por algún conflicto o desacuerdo.  Tanto es así que las relaciones funcionan por ciclos, donde a veces hay momentos en los que somos más felices con la persona que está a nuestro lado y otros donde quizá no lo somos tanto.

Es importante para lograr una buena relación de pareja el tener intimidad, y cuando digo intimidad me refiero al grado de proximidad, vínculo y conexión que evidencia una relación. La comunicación es un aspecto básico y fundamental para lograr esto, por eso siempre les recomiendo a mis pacientes que sean directos y le pidan a su pareja lo que realmente quieren.  A pesar de lo que pudieras creer, tu pareja no puede, ni debe saber lo que estas pensando.  Por ello, preguntar aumenta la probabilidad de obtener lo que deseas.  

Por otro lado, es importante expresar que es lo que te frustra, enoja o que te da miedo. En la relación de pareja hay sentimientos de miedo e inseguridad que generalmente están ocultos y que a veces se traducen en celos, reclamos y peleas.

Otro de los componentes básicos que hace a una pareja feliz es el compromiso. Debes saber que estar en pareja a veces implica que tendrás que negociar algunas cosas, debido a que se trata de un acuerdo entre dos personas en el que algunas veces te tocara ceder para que en otras puedas ganar. Cuídate de comprometerte y mantener los acuerdos que llegues a tener con tu pareja, ya que esto fomenta la confianza, lo cual es la base de todo lo que es importante en tu relación y en tu vida. Como dijimos al comienzo, es casi inevitable que toda relación amorosa tenga sus altibajos, y durante los bajos, el componente compromiso es el que la mantiene unida.

Por último es importante que para que funcione la pareja haya cierto grado de pasión, la cual no solo se restringe ni se acaba en la satisfacción sexual. Con pasión doy a entender la sensación de atracción, romanticismo y ternura hacia el otro.

Estos tres componentes se encuentran en grados diferentes en cada pareja. El tener los tres no hace a una relación perfecta, pero si a un amor más consumado o completo. Recuerda que con dedicación, trabajo y paciencia podemos desarrollarlos.

La IRA como emoción moral

La ira es un fuerte sentimiento de indignación y antagonismo, aunque también es una  fuerza emocional que, cuando se canaliza de manera positiva, nos hace seguir adelante para superar nuestros obstáculos y dificultades. Pocos son conscientes de esto y ven a esta emoción más como un impedimento y como una reacción que no pueden controlar, pero si se maneja de una forma adecuada puede ser muy provechosa.

Se la considera como una emoción moral, ya que en general se produce ante situaciones de rotura de compromisos, promesas, expectativas, reglas y códigos. De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad, muchas civilizaciones han entrado en conflicto debido a las diferencias que tenían entre creencias religiosas, sistemas morales y convenios que ya habían establecido.

Es un hecho que la mayoría de nosotros odia la injusticia y que nuestras actitudes hacia ella se forman ya desde pequeños. El problema lo tienen las personas que sostienen una visión distorsionada de lo que es justo e injusto. Me refiero a aquellas personas que reniegan constantemente, que discuten en el tráfico, en sus casas, con su familia y que a veces tienen comportamientos agresivos hacia los demás.

En mi práctica como psicoterapeuta he visto que la mayoría de estos individuos han sido criados por padres poco flexibles, que les han inculcado normas y creencias rígidas y que por ello han aprendido a exigirse a sí mismos y a los demás. El problema esta cuando esa tremenda demanda se traduce en odio y en acciones que perjudican la relación que tienen con sus parejas, familias o compañeros de trabajo.

Estos comportamientos de odio y agresión son producidos por los pensamientos y por la visión distorsionada que poseen acerca del mundo y de los demás. Algunos han vivido en contextos hostiles durante toda su infancia y han aprendido erróneamente que los demás son peligrosos y que por ello es mejor defenderse antes de ser atacado. Dan por hecho que los demás tienen la intención de agredirlos o perjudicarlos de algún modo.

Otros exigen que los demás se comporten de la manera que ellos consideran justa y honorable. Ahora, si no llegan a comportarse de tal manera, son blanco de su odio e indignación. Lo que es cierto es que la mayoría tiene la creencia básica de que hay cierta clase de gente que es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad.

Sienten que el problema es la persona o el evento exterior que causo esa emoción, pero en verdad la ira está determinada por lo que creemos y nos decimos a nosotros mismos sobre los acontecimientos desagradables.

Usted no podrá controlar su ira mientras crea que son los otros los que la causan. Tome responsabilidad tanto por crear como por reducir su propia ira.

Si no lo trata a tiempo esto puede deteriorar su relación con las personas que quiere.

 

 

Cuando la TIMIDEZ nos quita la palabra

En mi experiencia como terapeuta me he encontrado con numerosas personas que llegan a consulta debido a que tienen cierta dificultad para comunicarse y relacionarse con los demás.

Algunos se muestran tímidos cuando deben realizar una exposición en la universidad o en el trabajo. Hay otros que se sienten inhibidos cuando su jefe los interroga y les hace alguna crítica. También están a los que les gustaría intervenir y proponer ideas en sus reuniones de trabajo, pero que no pueden, ya que se quedan paralizados,  atrapados en sus dudas y pensamientos temerosos. No se arriesgan a dar su opinión porque consideran que su intervención puede ser desatinada, tonta o aburrida. Incluso, es muy común que en vez de concentrarse en la tarea que tienen frente, se distraigan pensando en sus desaciertos, en lo mal que lo están haciendo y en las consecuencias negativas que vendrán a futuro.

El panorama se complica aun más cuando estas personas deciden evitar exponerse a este tipo de situaciones. Este comportamiento empeora la situación, ya que aumenta los pensamientos catastróficos que hacen a los supuestos “peligros” más terribles de lo que en verdad son. Esta conducta de evitación no les permite entrenar sus habilidades sociales y tampoco les da la chance de probar que son capaces de exponer, aportar y participar.

Asimismo, muchos de ellos no son conscientes de que las emociones y sentimientos que los paralizan nacen del miedo a ser rechazados.  En general esto es debido a que han tenido experiencias de bullying en el pasado o padres que fueron demasiado exigentes con ellos y por eso se exigen para lograr el agrado y el reconocimiento de TODOS los demás.

Ven el mundo de manera polarizada, etiquetándose a sí mismos como personas deseables-indeseables o perfectas-inútiles. En su pensamiento no hay grises.

Por ello, siempre les digo a mis pacientes que padecen este tipo de problemática que su percepción del mundo afecta en cómo se sienten y en cómo se comportan. Sin decir que esto también tiene sus consecuencias en la valoración que hacen de sí mismos. En general son personas que tienen un muy bajo concepto de sí mismos y que deben trabajar su autoestima.

Para eso estamos los psicólogos cognitivos, para que con trabajo y técnicas de reestructuración de pensamientos podamos cambiar la forma de cómo te ves a ti mismo y de cómo ves a los demás, para minimizar el peligro de un posible rechazo, a fin de que puedas hacer lo que te propones con éxito y logres vivir la vida a pleno.

Las ciudades, fortalezas del MIEDO

Es llamativo ver como en la antigüedad y en la edad media las ciudades eran urbes amuralladas cuya función primordial consistía en proteger y defender a las personas que vivían allí de los peligros que se encontraban fuera.

Hoy en día las ciudades más bien son capitales del miedo, donde coexiste la violencia, el delito, la intolerancia y en muchos casos el desempleo. Incluso, hay zonas privadas a las afueras donde hay muros físicos y muros inmateriales que se expresan en forma de discriminación y rechazo a lo que es “diferente”.

Se ha perdido ese sentido que inicialmente hizo a su existencia, es decir a la ciudad como espacio que debía brindar a sus ocupantes un sentimiento de seguridad y protección.

Lima “la gris”, es un buen ejemplo de ello. Metrópoli donde nos amenazan constantemente las bocinas, la intolerancia de la gente, el maltrato, la pobreza y la inseguridad.

Esta polución visual y ambiental que vivimos todos los días nos genera un gran monto de estrés que tiene sus consecuencias sobre las personas, tanto en lo físico como en lo mental.

Por ello, en mi práctica profesional, cada vez veo más pacientes con miedos y fóbias que se manifiestan concretamente en dificultades como por ejemplo; subir a un taxi por temor a que les roben, ir a espacios públicos o a conciertos, manejar por ciertos lugares o simplemente les aterra el hecho de salir de sus casas.

Es un miedo que los paraliza y que activa sensaciones displacenteras en el cuerpo, así como pensamientos ansiogenos y conductas protectoras, que los inhiben y no les permite llevar una vida normal.

Por suerte el avance de la ciencia nos provee a nosotros los psicólogos de técnicas y procedimientos terapéuticos empíricamente validados que permiten superar estos miedos.

También es importante que las personas que padecen estas dificultades se expongan a aquello que temen. Esa es la única forma de romper el círculo que los tiene atrapados en sus miedos y pensamientos ansiosos.

¡No te des por vencido! , anímate a superar tus miedos, y si no puedes, contáctate con un profesional que te pueda acompañar en el proceso.

Como se mantiene la DEPRESIÓN en el tiempo

En mi práctica cotidiana veo muchas personas que llegan a consulta sintiéndose tristes y desesperadas, argumentando que su vida ya no tiene sentido y que no hay solución para sus problemas.

La depresión tiene una explicación y como todo trastorno psicológico es una mezcla de emociones, pensamientos y conductas que ayudan a mantener los sentimientos depresivos.

Las personas que la padecen por lo general han desarrollado esquemas mentales en la infancia que hacen que se perciban a sí mismos, al mundo y al futuro de manera negativa. Así, estas creencias negativas están latentes por un tiempo y se activan cuando estos individuos viven un suceso traumático, como una separación, ruptura, perdida de trabajo, muerte de algún familiar, etc. Allí es cuando deciden venir a consulta.

Lo que ellos no saben es que la depresión es una enfermedad que se retroalimenta a sí misma, que comienza como algo insidioso y que con el tiempo termina llevando a la inacción y a la nostalgia. He aquí un ejemplo del círculo vicioso que se forma en torno a la depresión

La manera de solucionarlo es primero, con la ayuda de un terapeuta, identificar estas creencias irracionales negativas y examinar como ellas se manifiestan en pensamientos concretos, para mas adelante reestructurarlas.

La reestructuración de creencias es una técnica que manejamos los psicoterapeutas cognitivos que busca mediante tareas sencillas cambiar las autoafrimaciones que el paciente se dice a si mismo, asi como tambien ayudarlo a identificar la emoción dolorosa que esta sintiendo. Esta técnica en particular ha demostrado ser muy eficaz contra trastornos del estado de ánimo y de la ansiedad. 

Por ello, ante todo, te recomiendo que si estas sufriendo, y no sabes que hacer o a donde acudir,  te informes acerca de cuales son las terapias mas efectivas para tu problema y que asistas donde un terapeuta cognitivo. Por suerte hay muchos psicólogos en Lima que practican este corriente terapeutica.

Animate, que hay una cura para la depresión.